La mujer había manifestado que el pasado 15 de junio fue abordada por tres hombres mientras esperaba el colectivo en las inmediaciones de la zona céntrica de Santa Teresa, quienes, según su relato, la obligaron a subir a un vehículo, manteniéndola privada de su libertad durante dos días y sometiéndola a abusos sexuales.
Sin embargo, tras el análisis de las cámaras de seguridad de la zona, los investigadores determinaron que no existen evidencias que respalden su versión. Además, informaron que la mujer rehusó el acompañamiento policial para trasladarse al supuesto lugar del hecho y realizar la verificación correspondiente.
También se constató que la denunciante está embarazada y atraviesa una situación conflictiva con su pareja, factores que podrían haber influido en la motivación detrás del falso testimonio.
El comisario Hugo Velázquez informó que la mujer podría ser imputada por simulación de hecho punible, delito tipificado en la legislación penal y que conlleva sanciones legales importantes.
Este caso reaviva el debate en torno al impacto que tienen las denuncias falsas en el sistema de justicia y en la atención a víctimas reales de violencia sexual.