Recorrimos las paradas sobre la ruta Ex-Transchaco y conversamos con los usuarios del transporte público. Para algunos, un trayecto de apenas 20 minutos se convierte en más de una hora, mientras que otros reportan viajes de hasta dos horas para llegar a sus destinos laborales.
Un trabajador que debía estar a las 7 de la mañana en su puesto de trabajo, y que se levantó a las 4 AM, aún a las 7:19 AM no había logrado abordar un bus para llegar a tiempo, evidenciando que esta problemática es constante. Este problema de “regulada” es constante, y se agudiza en días de baja temperatura, con algunos colectivos pasando “completamente repletos”.
Ante la desesperación por no llegar tarde a sus trabajos y evitar penalizaciones, muchos usuarios se ven forzados a recurrir a plataformas de transporte como Bolt. Esta alternativa, si bien resuelve la inmediatez, representa un duro golpe a la economía familiar, con gastos que pueden ascender a 200.000 guaraníes por semana, lo que es aproximadamente diez veces más que el costo del pasaje de bus.
Además del impacto económico, la falta de capacidad de los buses lleva a situaciones peligrosas e “inhumanas”, como la de pasajeros que deben viajar en las estriberas de los buses, una práctica que aumenta los riesgos, especialmente en épocas de afecciones respiratorias.