La Dirección General de Asuntos Internos fue comisionada para iniciar una tarea investigativa que colabora tanto con el Ministerio Público como con la investigación iniciada por SENAD y la FTC. La primera determinación surgida de esta investigación, fue el relevo de todo el personal de estos cinco puestos de control policial, sumando un total de 40 efectivos fuera del área. Esos uniformados serán relevados por nuevos agentes para asegurar que el trabajo de prevención y seguridad en la zona continúe.
El comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, sostuvo que esta acción no implica que se esté levantando el dedo acusador, imputando a los afectados, ni que se les sindique como autores de algún hecho. La razón principal de la movilización es dar transparencia, claridad y objetividad a la investigación. Mencionó que buscan evitar que, durante el proceso investigativo, pueda existir algún tipo de influencia, sea positiva o negativa, en el trabajo de los investigadores. Los efectivos apartados están actualmente fuera de servicio y a disposición de la Dirección General de Prevención y Seguridad, pero bajo la jurisdicción de Asuntos Internos de la Policía.
Sobre por qué personal de las comisarías por donde pasó el convoy que transportaba la droga no la detectó, dijo que “no manejaban información de inteligencia” para realizar barreras. No obstante, dijo que ellos deberán explicarlo.
La investigación busca determinar si hubo alguna complicidad o, por qué no, alguna omisión por parte de elementos policiales que haya permitido el tránsito y el tráfico de “estupefacientes” en la zona.
La determinación final de responsabilidades, incluyendo si existió o no cooperación con el grupo ilícito, recaerá en Asuntos Internos y el Ministerio Público, y el sumario correspondiente puede llevar una etapa primaria de hasta seis meses, aunque podría ser menos.