Una madre denunció que su hijo fue víctima de una secta que realizaba rituales sexuales con menores. Según relató, uno de los líderes de la secta, que se hacía pasar por un “pai de santo” de religión umbanda, le dijo a su hijo que debía hacer un pacto con una entidad espiritual.
El supuesto pacto consistía en que el corazón del joven sería de las mujeres, pero su cuerpo tendría que ser de los hombres. La madre explicó que el líder le dijo a su hijo menor de edad que ya había “reencarnado muchas veces” y que su novia le engañaba, por lo que debía entregarse a personas de su mismo sexo en rituales. Además, le advirtió que sus padres tendrían una “enfermedad muy grave” y que no se curarían si no participaba en ese ritual, lo que demuestra cómo lograron manipular y lavar el cerebro del menor.
La madre expresó su indignación y describió al líder como un “psicópata, loco y delirante”, señalando que ha cometido abusos similares con otros menores. Aunque defendió la religión umbanda como una fe “muy buena”, lamentó que personas con intenciones perversas utilicen la religión para abusar de niños y adolescentes, ensuciando su nombre y causando un daño profundo a las víctimas y a sus familias.
Este caso pone en evidencia la importancia de estar atentos y proteger a los menores de cualquier manipulación o abuso, y de
