El incidente se inició el pasado viernes cuando, según el relato policial, al menos seis jóvenes en motocicletas interceptaron a un alumno de 16 años fuera de la institución, a unos 1000 metros del colegio. La víctima habría recibido heridas con arma blanca en el rostro, cerca de la boca y el ojo. La madre del menor presentó la denuncia el domingo, y fue a raíz de este hecho que, supuestamente, comenzó a circular una amenaza de tiroteo entre grupos de alumnos, advirtiendo que “iba a haber plomo”.
En respuesta a la denuncia y las amenazas, la Policía Nacional implementó un protocolo de seguridad reforzado, con presencia policial permanente en la entrada y salida de la institución. El comisario interviniente explicó que la presencia de Antinarcóticos forma parte del “Plan SUMAR”, que abarca todos los colegios y barrios, y aunque no se descartan hipótesis sobre el trasfondo del conflicto, no hay vínculo directo con la distribución de drogas dentro de la institución.
La directora del colegio, María Mercedes Alonso, manifestó que la institución tomó acciones inmediatas al conocer el hecho y que los alumnos fueron acompañados por agentes policiales, señalando que el problema de fondo radica en la situación familiar de los jóvenes, lamentando la existencia de “muchos jóvenes huérfanos con padres vivos”.
Las clases se desarrollan con normalidad hoy, ya que la directora aseguró que la seguridad dentro de la institución está garantizada. Si bien negó que se haya encontrado un arma de fuego en una mochila, como denunciaba un padre, afirmó que la institución tiene una resolución que les permite requisar las mochilas de los alumnos, una práctica que reactivarán.