La intervención se inició a raíz de la denuncia de una adolescente de aproximadamente 17 años, quien afirmó haber sido forzada por parientes a acudir a este sitio para la práctica de un aborto, el cual se habría realizado contra su voluntad. Con base en esta denuncia, los intervinientes llegaron al lugar con una orden judicial para constatar los hechos y buscar elementos/ evidencias que permitan corroborar la veracidad de lo relatado por la menor.
Según las primeras observaciones, el predio es “insalubre” y no cuenta con las condiciones mínimas para realizar ningún tipo de intervención, mucho menos quirúrgica. También se pudo ver una sala de espera y una especie de santuario en el interior. Al llegar los intervinientes, la propietaria del lugar arrojó algo, cuya naturaleza se desconoce, en una especie de pozo ciego.
Vecinos de las casas aledañas se refieren al lugar como “la casa del horror”, y ya tendrían conocimiento de su funcionamiento. Indicaron que a la persona que opera en el sitio se le llama “la doctora, médica o partera”. El comisario Luis López, jefe del Departamento contra el Crimen Organizado, confirmó que creerían que eventualmente podrían estar los fetos en ese lugar.
