Existe una estimación de que entre el 30% y 40% de los casos de abuso sexual infantil y adolescente aún no se denuncian, lo que representa un “alto subregistro”, mencionó Élida Favole, directora del Observatorio de la Fiscalía.
Refirió que aunque esta cifra ha disminuido significativamente desde el 2009, cuando se estimaba en un 70%, el número actual sigue siendo considerablemente alto. Cada caso es considerado uno de los hechos “más deleznables” que le puede ocurrir a un ser humano, con consecuencias “devastadoras” a largo plazo que requieren contención psicológica prolongada para las víctimas.
Alarmantemente, se señala que aproximadamente entre 9 de cada 10 casos de abuso sexual en niños y adolescentes se producen por parte de un familiar. Esto implica una gran responsabilidad, especialmente de los progenitores y las madres, de poner los hechos en conocimiento de las autoridades, refirió Favole. Las escuelas, colegios e iglesias también son actores importantes en concienciar a las familias sobre la necesidad de denunciar.
De hecho, el 80% de las denuncias provienen de las escuelas o colegios, y otro 10% de médicos tratantes, como pediatras. Esto ocurre porque a menudo el niño “no encuentra la respuesta adecuada en el entorno familiar” y recurre a docentes o compañeros en busca de confianza y ayuda. Existe una ley que obliga a los profesionales docentes y de la salud a denunciar en un margen de 24 a 48 horas una vez que tienen conocimiento de un hecho.
Judicialmente, señaló que no hay criterios por parte de fiscales al momento de pedir, en ciertos casos, medidas como prisión domiciliaria cuando abuso sexual en niños “es un crimen”.