Bernardo, vecino de un barrio de San Lorenzo, denunció haber sido víctima de una violenta agresión por parte de conductores del transporte público y sus familiares, luego de pedirles que dejaran de utilizar una calle como paradero improvisado.
“Yo solamente les reclamé que ubiquen los colectivos, pero en una de esas viene el nieto y el hijo del dueño de la casa, me amedrentaron, me insultan, me empujan y me tiran al empedrado”, relató la víctima.
De acuerdo a su testimonio, un testigo intentó intervenir, pero rápidamente llegaron entre cinco y seis personas más, supuestamente allegadas a los choferes, y lo rodearon para agredirlo. “Uno, sin darme cuenta, agarró una botella y me pegó en la cabeza”, detalló
A pesar de haber formalizado la denuncia, Bernardo cuestionó que el Ministerio Público haya decidido desestimar el caso sin mayor análisis.