La representante del sector importador en el Mercado de Abasto, Karen Leguizamón, denunció públicamente la grave situación de extorsión y coimas que sufren los comerciantes por parte de exautoridades, específicamente el destituido presidente del SENAVE, Pastor Soria.
Según Leguizamón, estas exigencias, que se iniciaron tan solo tres meses después de que el exfuncionario asumiera su cargo, implicaban montos “millonarios”, solicitando un mínimo de 10 millones de guaraníes por el permiso de acreditación fitosanitaria, a pesar de que el producto en cuestión costara mucho menos. Esta práctica ilegal formaba parte del costo de los productos, afectando directamente el precio final que paga el consumidor, y se aplicaba a productos básicos como la papa, la cebolla, el tomate y el zapallo, lo que impactaba directamente en el “puchero del paraguayo”.
Actualmente, los comerciantes denuncian que se están implementando nuevas “regularizaciones” por parte de la Municipalidad, como la solicitud de licencias comerciales y permisos de cartelería, lo cual consideran una forma de “recaudar” dinero, dado que el mercado ha operado por 50 años sin tales requisitos y la propia municipalidad no cuenta con planos actualizados. Además de las coimas y las nuevas exigencias, los importadores legales han sufrido “muchísimas pérdidas” de mercaderías que se pudrían en Aduanas. Ante esta situación, los trabajadores, especialmente los importadores, se están manifestando y solicitan una reunión urgente con el interventor municipal, Carlos Pereira.
