Sus hermanos fueron identificados como Santa Luciana Rotela Ayala (27), Gloria Guadalupe Rotela Ayala (25), y Víctor Amado Rotela Ayala, alias Yeye.
Mientras que la madre, Ignacia Ayala, pese a haber sido señalada inicialmente como una de las líderes del esquema, permanece con arresto domiciliario por disposición del Ministerio Público, debido a problemas de salud y por tener a su cargo a dos menores, uno de ellos con discapacidad.
La investigación, que se extendió por dos años e incluyó escuchas telefónicas, reveló que el dinero obtenido del tráfico de drogas era “lavado” a través de la compra de estancias, ganado vacuno y otros bienes muebles e inmuebles, introduciendo así fondos ilícitos en el sistema financiero paraguayo.
Las autoridades consideran la vivienda en Tobatí una fachada, ya que se estima que el clan posee otras propiedades y maneja grandes sumas de dinero, evidenciando las altas ganancias en el ámbito del narcotráfico y el microtráfico.