Una de las casas quedó totalmente destruida, mientras que las otras dos sufrieron daños materiales significativos. La cercanía de las viviendas, que están prácticamente juntas, facilitó la propagación del fuego por radiación a las casas lindantes. Bomberos de seis compañías lograron detener el avance de las llamas y trabajaron durante horas realizando labores de enfriamiento y remoción de escombros para evitar nuevos focos.
A pesar de la magnitud del desastre, no se registraron víctimas de gravedad. Únicamente una persona fue atendida por inhalación de humo; tras recibir asistencia, se encuentra en buen estado y ya en su hogar. La intervención de los bomberos se vio dificultada por la angosta entrada a la zona, que complica el ingreso de los camiones, aunque los móviles lograron realizar las tareas de extinción y enfriamiento necesarias. Los vecinos salieron rápidamente de sus viviendas al visualizar el incendio, preocupados por la situación.
Residentes cercanos expresaron su preocupación por el humo y el peligro para las familias, especialmente los niños. Además, señalaron la necesidad de buscar soluciones con la municipalidad respecto a la ocupación de terrenos adyacentes a un arroyo y la importancia de liberar una “zona refugio” que divide el área Arroyense con Refugio. La comunidad espera que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias y mejorar las condiciones de seguridad en el barrio.