Según información policial, se trata de un problema de años entre estas dos familias que viven muy cerca, a solo dos casas de distancia. Los antecedentes de violencia son tales que ambas partes tienen restricciones de acercamiento. A pesar de estas medidas, los enfrentamientos ocurren con frecuencia, prácticamente cada fin de semana. La situación de adicción también podría ser uno de los motivos de la tensión, según uno de los involucrados que mencionó no tolerar a los adictos.
El incidente que desencadenó la última pelea ocurrió mientras los vecinos estaban compartiendo. Repentinamente, uno de ellos recordó que el otro le había robado una pala. Este recuerdo sirvió como detonante para que comenzara la gresca. La pelea se intensificó, con uno de los involucrados sacando un cuchillo y agrediendo al otro. Como resultado, uno de ellos resultó herido y otro sufrió rasguños en la mano.
El personal policial acudió al lugar tras la denuncia. Se verificó la existencia de las prohibiciones de acercamiento que ambos tienen. A pesar de que se le ofreció traslado a un centro de salud, el herido se negó a ir. La policía instó a las partes a realizar las denuncias correspondientes. Se han recibido casi cinco denuncias de este caso, presentadas por seis personas diferentes, algunas por la pelea en sí y otras por el incumplimiento de las restricciones. Todas las denuncias serán elevadas a la Fiscalía y al Juzgado para que se tomen las medidas pertinentes.