La realidad en las paradas de Loma Pytã y San Lorenzo es de caos y frustración. Muchos ciudadanos reportan la espera de hasta 40 minutos por un colectivo, que a menudo llega “muy lleno” y no los alza, obligándolos a viajar “como sardinas” o incluso en las estriberas.
La experiencia en el transporte público en general no es “muy buena” y el servicio es calificado como “deficiente”. Los usuarios, quienes deben llegar a sus trabajos o estudios, se sienten injustamente afectados, ante el incumplimiento de pagos de subsidio por parte del Viceministerio de Transporte.
Una joven estudiante relató que se levanta a las 4:00 o 4:30 de la mañana para salir a las 5:00 de Benjamín Aceval y llegar a su universidad en San Martín, Asunción, lo que le toma aproximadamente tres horas solo de ida. Además, se suman las preocupaciones por el mal estado de algunas líneas de buses, como la línea 5, que “se descompone constantemente” y perjudica aún más a los usuarios.