Momentos de extrema tensión se vivieron en el barrio Villa del Maestro de Coronel Oviedo, donde vecinos y familiares de María Fernanda —la adolescente embarazada que fue asesinada y calcinada— derribaron el portón de la casa del principal sospechoso del crimen. El joven, quien era compañero de curso de la víctima, vivía justo frente al baldío donde fue hallado el cuerpo.
Los manifestantes ingresaron a la vivienda y comenzaron a destrozarla, en medio de gritos de indignación y pedidos de justicia. También encendieron cubiertas frente a la casa, en una acción cargada de furia contra el accionar del Ministerio Público, al que acusan de lentitud en la investigación.
Según los primeros datos, el cuerpo de María Fernanda presentaba signos de haber sido sometida a un aborto clandestino; estaba embarazada de entre 14 y 15 semanas. No obstante, las causas exactas de su muerte serán determinadas por la autopsia.
Durante la protesta, se utilizaron piedras, fuego y gases lacrimógenos cuando la Policía Nacional llegó al lugar para dispersar a la turba y asegurar el perímetro. En este momento, la vivienda permanece bajo custodia policial, mientras continúa la investigación sobre el brutal crimen que conmociona a toda la comunidad.
