La protesta se manifiesta con la colocación de carteles y pasacalles en la zona, indicando que el intendente “no es bienvenido” en el barrio. Las vecinas, organizadas a través de diversas comisiones vecinales que conforman una coordinadora, aseguran que la Municipalidad “les tiene olvidados”. Afirman estar realizando el trabajo que le corresponde a la municipalidad sin recibir el apoyo necesario.
La problemática, según las vecinas, llevó a la conformación de una mesa de trabajo y a la presentación de un pedido en febrero, seguido de una reunión con el intendente y directores municipales en marzo. Sin embargo, denuncian que desde entonces no han tenido información ni respuesta, y el intendente no atiende sus reclamos al igual que la directora de catastro.
Las denunciantes también expresaron sentir “represalias” a raíz de una denuncia pública presentada ante la Contraloría General de la República en busca de transparencia y gestión responsable. Indicaron que trabajos como el informe catastral quedaron “a medias” y no obtienen respuesta sobre su continuidad.
