Según trascendió, a través de grupos en redes sociales se convoca a ciudadanos para participar de un supuesto “servicio” de escaneo ocular, por el cual se les paga entre 50.000 y 150.000 guaraníes. Las actividades se realizan mayormente en barrios carenciados, donde la necesidad económica facilita la captación de personas.
La técnica utilizada permite obtener imágenes de alta resolución del iris del ojo, un dato biométrico único e intransferible, comparable con la huella dactilar. El concejal Andrés Morel alertó sobre los posibles riesgos: “No hay un humano que tenga un iris similar. Si en celulares y bancos se usa reconocimiento facial, un escaneo de ojos nos da una identidad única que puede ser usada para otros fines”.
La Junta Municipal de Encarnación ya solicitó la intervención del Departamento de Delitos Económicos de la Policía Nacional, y se presume que detrás de esta red podría haber intereses desconocidos, incluso internacionales. Se supo que en un inicio, las personas eran llevadas a Posadas, Argentina, para realizar el procedimiento, pero ahora la operación se trasladó completamente a la ciudad.
Aunque la investigación se encuentra en etapa preliminar, se manejan indicios sobre los posibles responsables. Se sospecha además que varias personas ya fueron víctimas, incluyendo a una familia entera que habría recibido G. 150.000 por cada integrante a cambio del escaneo.
El caso reabre el debate sobre la protección de datos biométricos en Paraguay y la vulnerabilidad de sectores sociales que podrían estar siendo utilizados sin conocer las consecuencias de entregar información tan sensible.
