30 abr. 2025

Koki Ruiz: Un artista que iluminó la tradición en Paraguay

Koki Ruiz, uno de los artistas más representativos de Paraguay, dejó un legado imborrable tras dedicar más de 30 años de su vida a iluminar el Yvága rape y a construir retablos y cuadros vivientes que inmortalizan la Pasión de Cristo en la Barraca de Tañarandy.

Su obra trascendió el arte para convertirse en un movimiento cultural que cada año reúne a miles de personas, desafiando la globalización y la tecnología con el objetivo de preservar la religiosidad popular y las tradiciones paraguayas.

Delfín Roque Ruiz Pérez, conocido como Koki Ruiz, nació el 16 de agosto de 1957 en San Ignacio Guazú, Misiones. A pesar de destacarse como artista desde joven, fue en 1992 cuando decidió regresar a su pueblo natal para llevar a cabo un proyecto que, inicialmente con su familia, se extendió a toda la comunidad de Tañarandy. Fue así como comenzó la producción de candiles de cáscara de apepú y cebo, que llegaron a las 20.000 unidades y que hoy son el símbolo de la procesión que recrea las distintas etapas de la Pasión de Cristo cada Semana Santa.

El evento involucra a actores y actrices voluntarios que interpretan a los estacioneros, mientras los visitantes recorren en silencio el camino iluminado por estas velas rústicas. El recorrido culmina en la Barraca, donde un imponente retablo da la bienvenida con cuadros vivientes que emulan a grandes artistas como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Salvador Dalí y Andy Warhol.

El Tañarandy, movimiento que alcanzó su 30ª edición este 2024, es una obra colectiva que ha perdurado a lo largo de los años, a pesar de las interrupciones ocasionadas por la pandemia del Covid-19 en 2020 y 2021. En paralelo, Koki Ruiz estuvo detrás de otras grandes creaciones, como el retablo de 14 metros hecho de maíz, coco y semillas para la visita del papa Francisco en 2015, y otro con más de 70.000 rosarios que formaban el rostro de Chiquitunga para su beatificación en 2018.

En marzo de este año, Koki fue reconocido con la Orden Nacional del Mérito en el grado de Gran Cruz, la más alta distinción que otorga el país. En su discurso, resaltó el desafío de preservar la cultura y la identidad paraguaya frente a los avances de la globalización. También expresó su orgullo por haber logrado hacer realidad un proyecto tan grande de manera colectiva, con el apoyo de su comunidad.

En su última Semana Santa, Koki participó de su último Tañarandy, recorriendo el Yvága rape con tranquilidad y observando cada detalle de la procesión, que este año contó con la coordinación impecable de sus hijas, Macarena y Almudena. Pocos meses después, a mediados de 2023, fue diagnosticado con cáncer de riñón y, tras someterse a varias cirugías, falleció.

El artista, que dejó una huella profunda en la cultura paraguaya, será recordado no solo por su arte, sino por haber logrado crear un movimiento que ilumina, año tras año, la Semana Santa en Tañarandy.

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