Dos agentes del Grupo Lince fueron imputados por la Fiscalía por los hechos de Lesión Corporal en el Ejercicio de Funciones Públicas y hurto.
El caso data desde el 16 de septiembre de 2019 en una aparente detención irregular en donde, según el Ministerio Público, habrían propinado varios golpes a un hombre que fue alteado por los agentes en un procedimiento sobre la avenida Félix Bogado, donde le pidieron que mostrara sus documentos, solicitud a la que supuestamente el hombre se negó.
El abogado Valentín Domínguez, quien representa a los agentes Adilio Armoa y Julio Paredes, refirió que la fiscal Silvia Cabrera tuvo errores en la presentación de la imputación, ya que no llamó a declarar a sus representados y, supuestamente, sólo se guió por la declaración del hombre que fue detenido.
Además, indicó que en el documento de imputación se menciona el nombre de un oficial policial que presta servicios en la Comisaría 53 Central que nada tuvo que ver con el procedimiento y quien figura como procesado, entre otras supuestas irregularidades.
La defensa de los uniformados aseguro que pedirá la nulidad del proceso y la investigación del caso al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, atendiendo a que en el certificado de inspección médica realizado al detenido en el Hospital de Barrio Obrero ese mismo día, refiere que solo tenía escoriaciones en la cara y codo. Sin embargo, al día siguiente, la supuesta víctima presentó ante la Fiscalía otro informe médico donde se constata, supuestamente, que sufrió fuertes golpes en el rostro y otras heridas en el cuerpo.