Los vecinos del barrio Caacupemí, en la ciudad de Areguá, están atravesando momentos de angustia debido a la creciente inseguridad que afecta a la zona. Según los habitantes de la comunidad, los delincuentes, en su mayoría adictos, ingresan a las viviendas sin previo aviso, a cualquier hora del día, como si fueran propietarios de las casas.
“La situación es insostenible. No hay hora en la que podamos sentirnos tranquilos en nuestras casas. Los ladrones entran como si nada, sin ningún temor”, expresó un vecino afectado por la situación, quien prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias.
Los residentes aseguran que la presencia policial en la zona es casi nula. “No vemos patrullas por el barrio. Nos sentimos abandonados por las autoridades”, denunció otra de las vecinas, quien también destacó el temor que sienten tanto adultos como niños por la constante amenaza de robos y violencia.
Los pobladores del barrio Caacupemí ya solicitaron las múltiples veces mayor presencia policial y medidas eficaces para frenar la delincuencia, pero hasta ahora no han obtenido respuestas satisfactorias. La comunidad vive con la incertidumbre de no saber si, al regresar a sus hogares, encontrarán su propiedad intacta.