Un episodio de extorsión protagonizado por agentes de la Policía Nacional se registró recientemente en la sede del Departamento de Investigaciones, ubicada detrás del Departamento de Identificaciones.
La víctima, identificada como Troche Zarza, fue retenida por más de tres horas en un quincho de la dependencia policial, donde los uniformados le exigieron la suma de USD 50.000 para liberarlo. La amenaza fue clara: si no cumplía con el pago, procederían a allanar su casa y la de sus padres bajo la supuesta acusación de estar involucrado en investigaciones de lavado de dinero y crimen organizado.
Mientras Troche Zarza permanecía bajo custodia, su hija y Jorge Esteban fueron retenidos en el vehículo fuera de las instalaciones. En un momento, los policías indicaron a Troche que se comunicara con su abogada, Blanca Noemí Gauto, quien se presentó en el lugar para negociar con los agentes. Durante esta reunión, la abogada instó a su cliente a realizar el pago de los USD 50.000, alegando que era necesario para evitar mayores complicaciones.
Después de más de cuatro horas de presión, las negociaciones concluyeron con un acuerdo en el que la víctima pagaría USD 30.000 en el momento y se comprometería a abonar los USD 20.000 restantes en un plazo de un mes. Para cumplir con el acuerdo, Troche Zarza se vio en la obligación de vender un vehículo y pedir préstamos en distintas entidades bancarias.
La denuncia realizada por la víctima ante el Ministerio Público dio inicio a una serie de investigaciones. En consecuencia, el Ministerio Público solicitó al Juzgado la prisión preventiva de todos los involucrados en el caso, con el objetivo de que enfrenten las consecuencias legales de sus actos.