El incidente ocurrió después de que María Sánchez y su hija asistieran a la manifestación convocada por la “Generación Z Paraguay este domingo 28 de septiembre. Relató que, al quedarse con un grupo reducido de aproximadamente diez personas en una esquina “contra la pared”, los agentes del Grupo Lince llegaron realizando un acto de “amedrentamiento”. Este acto consistía en rodearlas con el “ruido ensordecedor de los motores y de las sirenas”, lo cual asustaba.
“No puedo decir que fue un accidente porque estaba preparado el escenario, la moto se ve que viene directamente hacia nosotras y se supone que son personas que están en condiciones de manejar una máquina como esa … Ellos dicen que hay un hombre que les tiró una piedra, pero no puedo decir eso porque no ví, solo sentí el terrible dolor en el piso, no nos ayudaron”, manifestó.
Tras el impacto de la pesada motocicleta, las víctimas se levantaron solas, ya que los agentes no les brindaron ayuda. Posteriormente, fueron trasladadas al Hospital de Barrio Obrero donde les realizaron curaciones. Las placas revelaron que María Graciela no sufrió fracturas, pero sí padece de “muchos golpes y cortes,” lo que le impide caminar y la obliga a usar muletas, con un reposo médico de diez días. La situación de su hija es más grave, ya que el examen mostró que “tenía fracturas,” por lo que fue derivada al Hospital del Trauma para una intervención de urgencia, ella se encuentra internada, pendiente de la operación hasta que baje la inflamación de sus piernas.
Exigió públicamente a las autoridades que se hagan cargo de los costos de la intervención de su hija y la recuperación. “Le pido al Comandante que se haga cargo de lo que pasó. Yo no puedo trabajar y mi hija tendrá que dejar sus estudios por un tiempo. Nuestras vidas cambiaron de ayer a hoy en un flash”, acotó.