El incidente ocurrió aproximadamente a las 15:36 de este domingo, cuando Severiano Acosta, regresaba de su trabajo para tomar un bus hacia Asunción. Según lo captado por cámaras de circuito cerrado, un vehículo lo chocó directamente por detrás y lo lanzó por varios metros. Lo más sorprendente y cruel del suceso es que, en lugar de auxiliarlo, el conductor se detuvo a unas dos cuadras y permaneció observando la situación por entre 10 y 12 minutos antes de huir. La víctima, inicialmente confundida y creyendo que había sufrido un accidente en moto, despertó en el hospital IPS Central casi 12 horas después del impacto.
Severiano, quien fue auxiliado por su cuñado y vecinos que se encontraban en un lavadero cercano, fue trasladado al hospital en un vehículo particular ante la imposibilidad de conseguir una ambulancia. A pesar de la fuerza del golpe y de ser despedido a varios metros, sufrió cortes y una lesión en la pierna, pero no presenta fracturas ni lesiones internas graves, un hecho que los médicos y familiares consideran un “milagro de Dios”.
La caída fue amortiguada por una zona con agua y pasto, lo que posiblemente evitó lesiones mayores. Para la familia, este evento es particularmente doloroso, ya que ocurre un año después del fallecimiento de la hija de la víctima.