Martínez Prieto sostiene que detrás de este caso existe algo más turbio que no se investigó como corresponde. Indicó que las investigaciones únicamente se centraron en la actuación campesina contra los policías que realizaron el allanamiento en Marina Cué, distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú, aquel 15 de junio del 2012. Murieron 11 labriegos y 6 agentes.
El camarista que tomó el poder de un ministro de la Corte luego de que estos se inhibieran, califica como inaceptable el hecho de que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) haya abierto un proceso contra él.
Indicó que durante el análisis del folio, no logra entender la actuación de sus compañeros que culminaron en la condena de campesinos. «No se puede determinar mediante el muerto y la bala, a la persona que gatilló el arma», sostuvo en Algo Anda Mal.
Tras ser consultado si habrá justicia en este caso, refirió que no ya que de por medio hubo irregularidades que llevaron a la cárcel a 11 personas. Por todo esto, y ante la falta de respaldo del Poder Judicial, «por dignidad», renunció a su carrera de casi 30 años.
Para ello, pretende escribir un libro. «No sé lo que pasó en Curuguaty, pero me gustaría escribir qué ocurrió. No pasa esto por determinar quién mató a quién, sino el motivo que culminó en esto», aclaró.