El operativo se realizó tras una investigación relacionada a grupos criminales que ingresan a establecimientos rurales para la instalación de campamentos para el cultivo de marihuana a gran escala.
Esta vez encontraron 3 hectáreas de área cultivada en el interior de la estancia Agrotoro, ubicado en el municipio de Ñacunday, sur de Alto Paraná. En el lugar también había campamentos para procesar la droga una vez cosechada, pero las parcelas halladas estaban en proceso de crecimiento muy próximo ya a su corte.
La incursión que contó con la presencia del fiscal antidrogas Manuel Rojas permitió destruir al menos 9 toneladas de la droga así como los campamentos y otros materiales utilizados en estos campamentos clandestinos.