La Dra. Andrea Ojeda, titular de Vigilancia de la Salud, informó que el país atraviesa un escenario epidemiológico atípico, mientras no se han confirmado casos de dengue, se registra un incremento importante de cuadros respiratorios en plena temporada de calor.
El retraso del dengue es considerado muy positivo, ya que en años anteriores a esta altura noviembre, diciembre y enero el país solía enfrentar brotes o epidemias. Este resultado se atribuye a la estrategia aplicada en el período interepidémico, con acciones conjuntas con promoción de la salud, vigilancia activa y el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), enfocadas en zonas de riesgo históricas.
No obstante, el clima caluroso favorece la presencia de mosquitos y obliga a reforzar la eliminación de criaderos, especialmente tras las lluvias. La crisis de recolección de basura en Asunción agrava la situación al acumular desechos que pueden juntar agua.
En paralelo, la circulación simultánea de influenza B, Rhinovirus y COVID-19 preocupa a las autoridades, que recomiendan evitar reuniones si hay síntomas gripales, usar tapabocas al consultar, guardar reposo y extremar el lavado de manos.