El lanzamiento del operativo implica la afectación de un número significativo de efectivos: más de 2.000 agentes en la Capital (Asunción) y 3.500 en el departamento Central. Este despliegue se centra particularmente en áreas consideradas sensibles por su flujo económico y comercial, como Asunción, Ciudad del Este e Itapúa. El propósito principal de la Policía es desalentar la presencia de criminales y dar una respuesta rápida a los requerimientos ciudadanos en caso de incidentes.
La acción policial busca abordar el significativo aumento en el flujo de personas, la actividad comercial y el movimiento financiero que se estila en esta época, involucrando a bancos, casas de cambio, financieras y cambistas. Además de la seguridad urbana, el plan incluye el refuerzo en las zonas del interior del país para prevenir los hechos delictivos cometidos por los denominados “piratas del asfalto”.