A tempranas horas de este jueves, un total de 600 uniformados de diferentes departamentos de la Policía Nacional procedieron al desalojo de diversas familias que se encontraban instaladas en una propiedad privada de 350 hectáreas de extensión.
La operación se ejecutó de forma pacífica y exitosa, teniendo en cuenta que los supuestos agricultores salieron por sus propios medios del lugar, sin siquiera utilizar la violencia. Para dicho procedimiento se utilizó 2 carro hidrantes, 20 patrulleras y 10 buses de la Policía, además de maquinarias pesadas para demoler las chosas. La mayoría de los afectados se dedicaban al cultivo de maíz, mandioca, maní y otros.
