Vecinos del barrio San Juan, denuncian una situación insostenible por las fiestas nocturnas y hechos de violencia en una cancha de fútbol convertida en discoteca improvisada.
Según relataron los pobladores, el sitio se llena de vehículos con potentes altavoces que reproducen música a alto volumen hasta la madrugada. Los vecinos, afirman que aunque la ley permite música fuerte hasta las 00:00, después de esa hora la cancha se llena y nadie puede dormir.
La contaminación sonora afecta especialmente a adultos mayores, enfermos y niños. Una madre contó que debe pagar un alojamiento para su hija con síndrome de Down, porque el ruido le impide descansar.
Los reclamos vecinales suelen terminar en agresiones: “Nos tiran botellas y suben más el volumen”, denunció una residente. Además, se reportaron peleas y disparos el fin de semana, lo que mantiene a la comunidad en alerta.
Pese a reiteradas denuncias al 911, la respuesta policial ha sido ineficaz. Los vecinos piden sanciones económicas, control permanente y el cierre con portón de la cancha para recuperar la tranquilidad del barrio.