La investigación se inició tras una importante cantidad de hechos delictivos cometidos en los últimos días, donde los criminales ingresaron a viviendas lujosas para llevarse joyas, electrodomésticos y otros objetos de valor. La policía logró identificar a los sospechosos gracias al seguimiento de más de 70 cámaras de circuito cerrado, lo que permitió rastrear el vehículo utilizado: una camioneta. El vehículo corresponde a un hombre de profesión abogado, quien fue detenido en dos procedimientos tempranos realizados en Asunción. Aunque el abogado manifestó supuestamente desconocer el uso que le daban a su vehículo, que había prestado a un amigo, la policía no tiene dudas de que él sería parte de este grupo de delincuentes. En un allanamiento en cercanías a la primera vivienda, se encontraron televisores, electrodomésticos y joyas que fueron reconocidas por una de las víctimas.
El grupo delictivo operaba incluso a plena luz del día. Una de las víctimas relató que el robo a su casa en Fernando de la Mora ocurrió a las 11:00 de la mañana, donde los ladrones forzaron el portón principal e ingresaron por la cochera. Walter, quien pudo identificar pertenencias en un allanamiento anterior. “Me perjudicaron mucho, todas las joyas que nos llevó más de 30 años de sacrificio se llevaron como si nada”, agregó.
El tercer allanamiento se llevó a cabo en el barrio Cañadita de Ñemby, buscando a un hombre conocido por el alias “Cachorro”. El mismo fue identificado como Emilio Ramón Aguilera Prieto, de 33 años, quien ya cuenta con antecedentes y un extenso historial delictivo. Este mismo hombre ya había sido detenido en mayo de este año, pero llamativamente recibió medidas alternativas a la prisión, volviendo a cometer este tipo de hechos.
Por otra parte, el procedimiento policial se vio afectado por una llamativa actuación fiscal. El comisario Maldonado, del departamento de Investigaciones, manifestó su “disgusto” ya que el fiscal inicial de la zona de Fernando de la Mora, Carlos Acuña, se negaba a dar la orden de allanamiento a pesar de contar con las pruebas suficientes, incluyendo las declaraciones de las víctimas. El comisario enfatizó que el tiempo perdido en investigación es la “verdad que huye”. Finalmente, la policía tuvo que solicitar la orden de allanamiento a otra unidad fiscal, la cual la obtuvo en “tiempo récord”, permitiendo los operativos y la incautación de evidencias.