“Juan”, nombre ficticio del testigo del ataque, comentó que estaba con unos amigos celebrando un cumpleaños cuando escuchó una balacera y posteriormente una explosión proveniente de la entidad bancaria.
El asalto, que se prolongó por cerca de 40 a 50 minutos, fue tan intenso que el testigo, inicialmente pensó que se trataba de fuegos artificiales, antes de percatarse de que algo serio ocurría. Comentó que el atraco fue dirigido por un hombre, aparentemente de nacionalidad brasileña porque hablaba en portugués.
Mencionó que los atacantes realizaron disparos continuos, en la que utilizaron metralletas y fusiles, presumiblemente para atemorizar a los vecinos. Al llegar la policía, encontraron infinitos casquillos de diferentes calibres, clavos miguelitos y un enorme boquete al costado del banco.
Añadió que una pieza clave en la estrategia criminal fue la utilización de un dron, el cual sobrevolaba la zona a unos 700 metros de altura para visualizar la ciudad.