Leonardo Benítez exigió justicia, reclamando especialmente castigo no solamente contra el joven sino también contra sus padres, contra quienes apunta por supuestamente haber hecho el “preparado” abortivo. “Son unos monstruos. Los tres. Quiero que vayan a la cárcel. Hasta empeñaron el celular de mi hija para comprar los remedios”, dijo.
Recordó a su hija como una joven muy querida en el barrio, activista de la iglesia, con sueños de estudiar para conseguir distintos diplomas. “Siempre la llevaba a la escuela pero ese día me dijo que no hacía falta que vaya con ella porque iba a ir recién a las 10:00”, comentó.
Lamentó que la fiscal del caso, Gladys Torales, dejara en libertad a los padres del adolescente de 17 años, imputado por el presunto hecho de feminicidio. El mismo asegura que ambas personas liberadas estarían involucradas en el caso para ocultar el cuerpo y ayudar a su hijo.