Francisco Brusco era el joven de 27 años, dueño de ‘Toto’. Casi dos meses atrás decidió acabar con su vida en las vías de un tren.
Desde esa fecha, ‘Toto’ quedó plantado en la zona donde su amo murió en la ciudad Esteban Echeverría, provincia de Buenos Aires.
Un grupo de rescatistas conoció la historia de este callejero y publicaron su vida. Los mismos fueron alertados por los vecinos en agosto cuando veían al perro deambular hacia la senda del tren, solitario.
Excarvando sobre su posible dueño se llegó hasta Brusco quien tomó la drástica decisión de acabar con su depresión y es justo a él es quien ‘Toto’ buscó durante todo ese tiempo.
Su dueño trabajaba en una tienda de mascotas. ‘Toto’ siempre lo acompañó hasta el andén para que suba al tren. Desde ese trágico episodio, los pobladores de la zona construyeron al fiel perro una improvisada casa de cartón y bolsas.
De tan viral que se volvió el caso, se llegó hasta la madre del joven. «Cuando leí toda la historia me di cuenta de que ese perro era el mismo del cual Facu me había hablado», escribió entre los comentarios de la publicación viral. Ahora es ella quien cuida de ‘Toto’, según RT.