na auditoría oficial al servicio de terapia neonatal del Hospital Regional de Villarrica concluyó que esta unidad fue habilitada sin contar con las garantías mínimas de operatividad ni con el cumplimiento efectivo de los requisitos establecidos por la normativa sanitaria vigente.
El informe revela que la unidad “no estaba inscripta en el Registro Nacional de Entidades Prestadoras de Servicios de Salud”, y que su funcionamiento no contaba con respaldo documentado ni con las condiciones necesarias para atender casos críticos.
El caso cobró notoriedad tras la trágica muerte de un recién nacido en febrero pasado dentro de esa unidad, lo que generó una ola de indignación y cuestionamientos a las autoridades sanitarias.
La senadora Esperanza Martínez, exministra de Salud, fue categórica al referirse al caso: “Es un error institucional. Hay que culpar a la institución porque mintió descaradamente. Acá falló el Ministerio de Salud”.
Este caso vuelve a poner en el centro del debate público las debilidades estructurales del sistema de salud, especialmente en el interior del país, donde las condiciones hospitalarias muchas veces no cumplen con los estándares básicos requeridos.