Desde su habitación en el Hospital de Clínicas, donde José continúa con su tratamiento tras haber pasado por 38 cirugías reconstructivas, Blanca expresó su profundo agradecimiento por el apoyo que recibe de la ciudadanía a lo largo de este tiempo, especialmente por las oraciones que le han enviado.
Visiblemente emocionada, compartió con todos su felicidad por poder celebrar este Día de la Madre al lado de su hijo: “Mi mayor regalo es estar con mi hijo. El amor de un hijo es la felicidad de una mamá”, manifestó con ternura. Hoy, más de tres años después, Blanca sigue siendo un pilar fundamental en la vida de su hijo, acompañándolo en cada paso de su proceso de recuperación.
Además, Blanca hizo un llamado a valorar a las madres todos los días del año, y no solo en una fecha señalada: “Hoy se recuerda el Día de la Madre y ojalá que no sea solo hoy 15 de mayo, sino que sea todos los días. Ani jahecharamo la ñande sýnte solo por el Día de la Madre”, subrayó con un mensaje lleno de sabiduría.
Por su parte, José, quien recientemente cumplió 23 años, aprovechó la ocasión para rendir homenaje a su madre. Conmovido, expresó: “Mamá hay una sola y a mí me tocó una mamá muy linda y muy guapa. Me siento muy bendecido de que Dios me haya regalado una mamá tan grande así como ella”, comentó José, quien sigue enfrentando los desafíos de la recuperación con la fuerza y el amor de su madre como principal fuente de motivación.
El amor de Blanca por su hijo va más allá de cualquier sacrificio. La señora, originaria de Fuerte Olimpo, en el Chaco, no dudó en abandonar su hogar para mudarse a Asunción y estar junto a José en todo momento, siendo testigo de cada una de sus cirugías y avances. A pesar de las difíciles circunstancias que enfrentaron después del accidente —en el que, lamentablemente, perdieron la vida seis personas, incluyendo a miembros de la Fuerza Aérea y funcionarios— Blanca ha encontrado fortaleza en su fe y en el amor incondicional que siente por su hijo.
Con un optimismo sereno, Blanca expresó: “Es muy importante cumplir con ese don que Dios nos dio, de ser mamá y, sobre todo, inculcarles a nuestros hijos. Estoy muy agradecida y bendecida por todas las oraciones que han hecho por mi hijo. Son 38 cirugías que está recibiendo él y es la quinta de este año. Seguimos avanzando con pasos firmes en la búsqueda de mejorar su calidad de vida”.