Un operativo conjunto llevado a cabo este fin de semana en distintos puntos del departamento de Alto Paraná culminó con la retención de casi un centenar de motocicletas, en el marco de acciones contra las peligrosas carreras clandestinas que se desarrollan frecuentemente en la zona y que ya han dejado varias víctimas fatales.
La mayor intervención tuvo lugar sobre la avenida Manuel Ortíz Guerrero, en el barrio Remansito de Ciudad del Este, donde se aglomeraron cerca de 50 motociclistas que realizaban una especie de competencia de “roncadores”, generando alarma entre los vecinos.
Durante la verificación, 35 biciclos fueron encontrados en situación irregular, por lo que, junto con sus conductores, fueron derivados a la comisaría local, quedando a disposición del Ministerio Público. Las principales infracciones detectadas fueron la falta de cédula verde, la ausencia de habilitación municipal y el uso de escapes modificados.
Otro punto intervenido fue la calle 2000, en el barrio Ciudad Nueva, donde se retuvieron cinco motocicletas por faltas similares. En Minga Guazú, la Policía incautó otras 15 motocicletas que circulaban sobre la Ruta PY02 con escapes ruidosos tipo “boca 8", exponiendo al peligro a otros automovilistas, según el informe policial.
Asimismo, en la colonia Jepopyhy, seis biciclos más fueron incautados. Vecinos de la zona aseguran que todos los fines de semana se reportan aglomeraciones de jóvenes que participan de estas carreras clandestinas. Los involucrados fueron identificados y quedaron a disposición del Ministerio Público, que abrió causas por exposición al peligro en el tránsito terrestre, intervenciones peligrosas y otras faltas administrativas. Para recuperar los biciclos, los propietarios deberán regularizar los documentos y enfrentar sanciones económicas.
Durante el operativo también se registró un incidente en la avenida Perú, otro punto habitual de concentración de motociclistas. Un joven de 27 años fue detenido tras resistirse violentamente a la intervención policial y agredir a un agente, causándole lesiones en el rostro, piernas y brazos. El uniformado fue trasladado a un centro asistencial, mientras que el agresor quedó detenido a disposición del fiscal de turno.
Las autoridades reiteraron que estos controles continuarán de forma periódica con el objetivo de prevenir siniestros viales y restablecer el orden en la vía pública.