Actualmente, Luis Alberto Rojas es uno de los condenados que cumplió la mayor condena por este magnicidio. Pablo Vera Esteche, ya recuperó su libertad y Fidencio Vega sigue prófugo.
No obstante, nunca se confirmó quienes fueron los autores morales. Lino Oviedo, adversario político de Luis María Argaña, fue acusado como presunto autor moral, pero quedó absuelto.
Para la justicia, Luis Rojas fue uno de los sicarios que mató a balazos a Argaña. Tras el asesinato, había huido a la Argentina, desde donde fue posteriormente extraditado a nuestro país y condenado a 25 años de prisión en el 2003.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS:
Aquel 23 de marzo de 1999, el exvicepresidente de la República, Luis María Argaña salía de su domicilio ubicado en el barrio Las Carmelitas a bordo de la camioneta Nissan Patrol, de color rojo, para dirigirse rumbo a la sede de la Vicepresidencia en Asunción. Sobre la calle Diagonal Molas, a unos 40 metros antes de alcanzar la calle Venezuela, un auto Fiat Tempra, de color verde oscuro, se ubicó al costado izquierdo y empezó a adelantarlo. Luego se interpuso bruscamente frente a la camioneta y le cerró el paso.
Según la versión de la mayoría de los testigos, dos hombres descendieron del interior del Fiat. Uno de los atacantes se aproximó hasta la ventanilla trasera, que ya estaba rota, donde encontró a Argaña agachado sobre el asiento. Hasta entonces, el vicepresidente aún no había recibido un solo balazo. La primera bala lo golpeó en el antebrazo. Otros dos proyectiles le alcanzaron en el pecho y cuando cayó tendido sobre el asiento, recibió el cuarto y último disparo, la bala mortal que le ingresó en la espalda, le destrozó un riñón y llegó hasta el corazón.
Esto derivó en un estallido social en que la violencia hacia las manifestaciones se cobrarían otras siete vidas en el “Marzo Paraguayo”, registrado el 26 de marzo de 1999.
CONDENADOS
La Justicia condenó a 25 años de cárcel a los tres considerados autores materiales: Constantino Rodas (comprador del vehículo utilizado por sicarios), Luis Rojas y el mayor Reinaldo Servín. El autor confeso Pablo Vera Esteche dijo que debían recibir 300 mil dólares por el asesinato, de los cuales obtuvieron 120 mil dólares. Este último fue condenado a 20 años de prisión, pero cuatro años más tarde la Corte Suprema de Justicia redujo la pena a 18 años.