Un réferi, que estudió y entrenó para dirigir un partido de futbol, lamentablemente fue víctima de la inseguridad. La misma estaba dirigiendo un encuentro deportivo en Yaguarón y dejó su motocicleta estacionada en un lugar donde pudiera tenerlo a la vista.
Supuestamente, cuando pitaba el penal, notó que su medio de transporte ya no estaba y mientras todos gritaban gol, recibió la noticia de que efectivamente la moto fue hurtada.
Esperó el término del encuentro deportivo para realizar su denuncia. Posteriormente, encontraron el biciclo ya completamente desarmado en una zona boscosa.