Este viernes, en la sala de sesiones de la Cámara Alta, se instaló una mesa de trabajo para avanzar en la elaboración del proyecto de ley de residencias médicas, con la participación de senadores, diputados y médicos residentes que exigen reformas urgentes en el sistema actual.
El encuentro fue encabezado por los senadores Esperanza Martínez, Ignacio Iramain y Yolanda Paredes, junto con los diputados Raúl Benítez y Johanna Ortega. La iniciativa busca recoger aportes de los distintos sectores involucrados en la formación médica especializada, en respuesta a denuncias reiteradas sobre las precarias condiciones que enfrentan los profesionales en etapa de residencia.
Un grupo de médicos residentes acudió al Congreso Nacional para hacer oír su voz. “Pedimos a las unidades formadoras que el reglamento se respete”, expresó uno de los participantes. Señalan que los horarios, establecidos por la Comisión Nacional de Residencias Médicas (Conarem), no se cumplen y que son obligados a iniciar su jornada incluso antes de lo estipulado.
Nuestro horario de entrada es a las 7 de la mañana, pero a las 3 ya tenés que estar porque a las 6 empiezan las recorridas, denunció el doctor Derlis Martínez, quien también lamentó que los residentes pasen meses sin cobrar salarios tras rendir sus exámenes o durante las pasantías rurales. En ese tiempo, tenemos que ser mantenidos por nuestros padres, agregó.
Los médicos también denunciaron condiciones físicas y psicológicas extremas, describiendo situaciones de trabajo agotadoras y carentes de apoyo institucional. “Quedarse a dormir en el hospital es una constante, pero dormimos en el famoso ‘jagua rupa’, que es un colchoncito en la urgencia y te tirás ahí en el piso”, relató uno de los profesionales.
Además, apuntaron a los tratos inhumanos de parte de superiores, sumados a guardias extensas, falta de días libres y la ausencia total de acompañamiento psicológico. “Estamos trabajando más de 100 horas a la semana; cada año hay tres a cuatro suicidios. Necesitamos que esta mesa de trabajo llegue a todos”, enfatizó otro de los denunciantes.
La preocupación central de los médicos es que el reglamento actual de residencias no solo se incumple sistemáticamente, sino que el modelo vigente propicia condiciones que afectan gravemente su salud mental y física. Por ello, insistieron en que cualquier nueva ley debe garantizar derechos básicos, condiciones dignas y la correcta fiscalización de las unidades formadoras.