Un hombre vivió una amarga experiencia este martes cuando, tras llevar a su esposa a una consulta médica en el Hospital del IPS Yrendague, en Mariano Roque Alonso, descubrió que su camioneta había sido robada del estacionamiento del centro asistencial.
“Mi patrón me regaló esa camioneta por mi sacrificio, me dio como liquidación, y ahora me encuentro con esto”, relató la víctima con la voz entrecortada, lamentando profundamente la pérdida del vehículo, no tanto por su valor económico, sino por el significado sentimental que tenía.
“Hasy chéve, chejopy, ndakéi voi. Ambyasy realmente porque prácticamente ko ha’e peteĩ integrante de la familia”, expresó con dolor.
El propietario cuestionó duramente la inacción policial pese a haber realizado la denuncia correspondiente:
“Ha’ekuéra okepaite. Ndaikuaavéimai mba’épa la ajapóta”, lamentó, refiriéndose a la aparente falta de diligencia del Departamento de Automotores de la Policía Nacional.