Mientras el Senado se prepara para una nueva sesión ordinaria, crece la incertidumbre en torno al futuro de la legisladora liberal Noelia Cabrera, acusada de presunto planillerismo vinculado a sus sobrinos, quienes también son objeto de investigación por parte del Ministerio Público.
Hasta el momento, el libelo acusatorio contra Cabrera, impulsado por la diputada Celeste Amarilla, solo ha reunido tres firmas: las de Ignacio Iramain, Eduardo Nakayama y la propia Amarilla. Se requieren al menos 11 firmas para solicitar formalmente la pérdida de investidura.
Nakayama, uno de los senadores que ya expresó su apoyo al documento, sospecha que el cartismo podría rechazar el pedido para evitar sentar un precedente que permita, por mayoría simple, la expulsión de un legislador.
En ese contexto, la bancada de Honor Colorado, liderada por el senador Natalicio Chase, aún no ha definido una postura oficial. Según confirmó el propio Chase, durante una reunión interna realizada ayer, escucharon los argumentos de Cabrera y le solicitaron que brinde hoy su descargo ante el pleno del Senado. Además, adelantó que el movimiento mantendrá una nueva reunión con sectores de la oposición antes de tomar una decisión final.
Por su parte, Noelia Cabrera se pronunciará en minutos ante el pleno legislativo, aunque hasta el momento no ha dado declaraciones públicas sobre el caso de sus “neposobrinos”, como se ha denominado popularmente al escándalo.
La jornada de hoy será clave para determinar si la presión política y el respaldo del cartismo podrían evitar que prospere el proceso de pérdida de investidura, o si, por el contrario, se consolida una mayoría que avance hacia una posible expulsión.