La magistrada Sandra Kirchhofer realizó un allanamiento en el penal el viernes pasado, revelando una serie de modalidades y privilegios en un sector de la prisión. Entre los hallazgos más sorprendentes se encontraron un jacuzzi y una piscina. Este pabellón era supuestamente utilizado por procesados del Operativo “A Ultranza Py”, incluyendo figuras como el exdiputado Juan Carlos Osorio, Alberto Koube, el colombiano Marcelo Raymond Díaz, y miembros del grupo criminal PCC.
Ante la revelación, el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, dispuso la intervención del Penal de Emboscada Antigua, y una comitiva oficial se constituyó en el establecimiento para esclarecer los hechos. Sin embargo, la reacción de las autoridades ha sido objeto de fuertes críticas. El viceministro Maciel afirmó que se dispondría la verificación “hoy lunes”, a pesar de que la jueza había informado del hallazgo el viernes, alegando falta de equipo necesario para ingresar y que “eso no puede desmontarse en dos días”.
La situación ha puesto en el centro del debate la pregunta de "¿quién maneja Emboscada?”, comparándola con lo que fue en su momento el penal de Tacumbú. Este nuevo escándalo se suma a un historial de irregularidades en el penal, como la fuga de 12 reos, lo que refuerza la percepción de una falta de control y responsabilidad por parte de los funcionarios encargados de la seguridad penitenciaria.