Los sujetos llegaron en un automóvil que estacionaron frente a la casa, en un patio baldío. Uno de los ladrones cruzó la calle, forzó una puerta de vidrio para acceder primero a una librería que funciona en la propiedad, y luego al patio, desde donde ingresó a la vivienda. La víctima relató que el ladrón actuó con mucha paciencia, trabajando “como hormiga”, sacando las cosas de valor de a poco, mientras ellos dormían sin darse cuenta en su habitación, ubicada al lado de la cocina.
Entre los objetos sustraídos se encuentran dos televisores, un horno, dos cocinas de inducción, un reloj inteligente y gran parte de los regalos de boda dado que apenas tenían un mes de casados y muchos aún sin abrir. Más allá de lo material, el mayor impacto para la pareja ha sido la pérdida de su tranquilidad.
La víctima expresó que no se siente seguro y que el incidente los dejó con una “mala sensación, temor y paranoia”, al punto de no poder dormir. Por la experiencia traumática, tuvieron que reforzar la seguridad de la casa con maderas, candados y la instalación de rejas, a pesar de que la vivienda ya contaba con altos muros y estaba bien cerrada.