El agente policial, que había sido remitido a prisión tras indicios de culpabilidad por el abuso sexual de su hijastra, una menor de 8 años, fue beneficiado con medidas alternativas y podrá seguir prestando servicios en una comisaría de Caazapá. Familiares temen por la integridad de la menor.
La decisión fue adoptada a pesar de las pruebas presentadas por la Fiscalía y de que un juez anterior había ordenado su reclusión preventiva.
La resolución también autoriza al uniformado a continuar desempeñando funciones en una comisaría de la zona, lo que generó preocupación en los familiares de la víctima y sectores de la sociedad civil.
“Estamos hablando de un caso extremadamente grave, con una menor de edad involucrada. El agresor la amenazaba para que no contara lo sucedido”, declaró el padre de la niña ante los medios de comunicación.
Familiares de la víctima solicitan la intervención de la Corte Suprema de Justicia, a fin de revisar la decisión adoptada por el tribunal y garantizar la protección de la menor.