La situación comenzó hace una semana, cuando la niña amaneció con 40 grados de fiebre y dolor de garganta. Sus padres la llevaron al Hospital Regional de Luque, allí la bañaron y recetaron dipirona y paracetamol, enviandolos de regreso a su casa. Días después la menor empeoró, con sintomas como fiebre y vómitos, por lo que la llevaron nuevamente al mismo centro asistencial, donde le dieron la misma medicación y la enviaron a casa sin realizarle un chequeo general o estudio para determinar la causa de sus síntomas, recriminó el papá.
La situación empeoró y cinco días después la madre volvió a llevarla a Luque. Finalmente, le hicieron estudios y los resultados indicaron inicialmente una infección urinaria, pero la placa reveló líquido e infección en el pulmón, diagnosticando neumonía. La niña fue internada al mediodía. Mencionó que la médica de turno les dijo que estaba “aventada” (hinchada por gases), les mandó a comprar un supositorio y les indicó que la hicieran caminar para estimularla. A pesar de su dificultad para respirar, intentaron hacerla caminar, pero no podía por el dolor.
Tras esperar por tres horas una ambulancia, la nena fue trasladada al Hospital Pediátrico Acosta Ñu de San Lorenzo, recién allí les informaron de su estado crítico. El último informe recibido indica que la infección ha afectado todo su cuerpo, incluyendo el corazón y el riñón. La pequeña está internada en UTI y lucha por su vida.