El incidente ocurrió cuando el camión de distribución de bebidas circulaba en dirección a Asunción y se encontró con una zona de profundos baches frente a un conocido supermercado en Fernando de la Mora. Al realizar una maniobra para evitar dañar el vehículo, el conductor perdió el equilibrio de la unidad, que posee los costados abiertos, provocando que la mercadería comenzara a tambalearse y cayera sobre el asfalto.
Afortunadamente, no se registraron otros vehículos involucrados ni impactos contra terceros, a pesar de que el camión terminó cruzando al sentido contrario de la ruta.
Tras el derrame, la reacción de las personas presentes no se hizo esperar, ya que muchos comenzaron a surtirse de cerveza aprovechando la situación.
Se estima que cayeron aproximadamente cuatro pallets, lo que representaría más de 1.000 packs de latas con un valor cercano a los G. 40 millones. Mientras algunos ciudadanos afirmaron que se llevaban el producto para “tomar un poquitito” en Año Nuevo, otros trabajadores intentaban ayudar a juntar las latas que aún estaban intactas.
En el lugar, empleados de la distribuidora trabajaron arduamente para separar los restos de latas de cerveza y gaseosas que explotaron por el impacto de aquellas que aún podían rescatarse. Los trabajadores utilizaron bolsas grandes para recolectar los packs completos y subirlos nuevamente al camión estacionado sobre la Ruta Mariscal Estigarribia.
Pese a los esfuerzos por resguardar la mercadería, la rapidez con la que actuaron los transeúntes complicó las tareas de recuperación en una escena marcada por el oportunismo ante el accidente vial.