Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, expresó un sólido respaldo al gobierno de Israel en el conflicto con Hamas, al tiempo que denunció el resurgimiento del antisemitismo y condenó a las organizaciones Hezbollah y Hamas como grupos terroristas.
Peña también abogó por el reconocimiento internacional de Taiwán y criticó las crecientes amenazas del régimen chino en Asia. Alertó sobre los riesgos de depender de economías autoritarias y sostuvo que Paraguay prioriza sus alianzas basándose en principios democráticos, no solo en intereses económicos.
Además, denunció las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua, calificando a ambos gobiernos como autoritarios. Cerró su discurso con un llamado a defender activamente la democracia y los valores fundamentales ante el avance de la intolerancia y la radicalización ideológica.