El exconvicto alegó que le dieron de tomar “algo fuerte” y dijo estar arrepentido de cometer el macabro asesinato de Ana Liz Rocío Villalba, de 36 años; su hija, Yulice Guadalupe Zaracho, de 12 años, y su madre, Magdalena Villalba Acosta, de 80 años.
“Que me disculpen, si no quieren disculparme que me odien pero estoy arrepentido. Me dieron de tomar algo muy fuerte”, dijo al llegar a la oficina de la fiscala Alicia Fernández para prestar
La carátula de la investigación se mantiene como feminicidio en el caso de las tres mujeres y se suma el presunto hecho de abuso sexual en el caso de la hija, menor de edad, según explicó la fiscala del caso, Alicia Fernández.
Según el informe forense, tanto la madre como su hija menor fallecieron a causa de traumatismo craneoencefálico de tipo abierto, lo que implica pérdida de masa encefálica como consecuencia de lesiones graves en el cráneo.
En el caso de la mujer de mayor edad, los estudios determinaron que su causa de muerte fue un traumatismo craneoencefálico cerrado, sin pérdida de masa encefálica, pero igualmente letal.