El incidente ocurrió cuando la pequeña, de apenas 22 días de nacida, tomó el pecho de su mamá y, al ser acostada, vomitó y broncoaspiró. Sus padres, al percatarse de que la beba había quedado, sin mover ni siquiera los brazos, la llevaron con desesperación en búsqueda de auxilio. Inicialmente, intentaron recurrir a una Unidad de Salud Familiar (USF) en San Antonio, pero ésta se encontraba cerrada.
Ante la crítica situación y el contratiempo, los padres decidieron llevar a la beba directamente a la estación de bomberos de San Antonio. Allí, el bombero voluntario José Durán actuó con certera y fundamental reacción. Inmediatamente, tomó a la beba en sus brazos y procedió a realizar las maniobras de reanimación pertinentes, verificando su pulso y trasladándose a una sala con más luz debido al frío y la garúa. En cuestión de pocos segundos, tras el inicio de estas maniobras, la menor comenzó a mover sus brazos, mostrando signos de recuperación.
Gracias a esta intervención profesional y oportuna, la beba fue estabilizada y posteriormente trasladada al Hospital de la ciudad de Ñemby, donde llegó a tiempo para recibir atención médica complementaria.