El incendio se habría desatado cuando dos trabajadores estaban cortando un vehículo y el soplete se cayó, provocando que las llamas alcanzaran los plásticos acumulados que generó una propagación inmediata que hirió en la cara a los trabajadores.
Afortunadamente, otros funcionarios reaccionaron rápidamente utilizando extintores, logrando controlar momentáneamente la situación hasta la llegada de los bomberos.
Los voluntarios de la Compañía K9 trabajaron durante dos horas para controlar el fuego. Realizaron un trabajo de contención con un ataque rápido, evitando que las llamas se propagaran a un depósito contiguo.
Vecinos de Puerto Pabla expresaron su preocupación por el establecimiento, que funciona como procesadora de chatarra, señalando que genera ruidos molestos y un peligro constante. Afirman que la zona es residencial y no apta para este tipo de instalaciones. Además, denuncian la contaminación por vehículos de alto tonelaje que transitan, destrozando la infraestructura de las casas y el empedrado hecho por los vecinos.