Estos delincuentes se movilizan en vehículos y operan marcando las viviendas antes de ingresar y presumen que estudian las rutinas de las víctimas para aprovechar su ausencia. Actúan de forma sigilosa, forzando portones, entrando a los patios e incluso a las habitaciones, y a veces lo hacen con el rostro cubierto con tapabocas o capuchas. Su audacia los lleva a cometer los robos no solo durante la noche, sino también en horarios como la madrugada o el mediodía.
Las cámaras de circuito cerrado de las viviendas afectadas han captado la presencia de estos grupos, mostrando en algunas imágenes a tres o cuatro personas con capuchas que bajan de un vehículo. Se reportó que en una de las casas lograron ingresar hasta las habitaciones después de forzar una puerta, llevándose objetos de valor. El incidente más reciente y alarmante reportado es que, en la jornada de ayer, los delincuentes entraron a una vivienda y se llevaron un vehículo. Todas estas imágenes y reportes ya han sido entregados a las autoridades competentes para la identificación y captura de los responsables.
Los vecinos claman por una intervención policial efectiva que les devuelva la tranquilidad, ante la incertidumbre de la procedencia de estos delincuentes que tienen en vilo a la comunidad.